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Planeta ODS
ODS 6 - Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua
y el saneamiento para todos
El desarrollo y el bienestar de las sociedades humanas han estado inevitablemente ligados a la
disponibilidad de agua dulce en cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades
de diversos usos (desde domésticos a industriales). Una vez utilizada para tales actividades, el
agua pierde calidad y necesita ser tratada para volver a ser apta para su uso. Cuando el agua
utilizada se devuelve al medio ambiente (por ejemplo, ríos, lagos o lagunas) sufre un proceso de
depuración natural. Los organismos que viven en el agua eliminan los contaminantes inorgánicos
y orgánicos. Sin embargo, cuando el aporte de agua es excesivo, se supera la capacidad de
autodepuración y el agua deja de ser apta para usos domésticos y muchos usos industriales
(Vigil 2003). Además, a medida que se avanza por los ríos desde la cabecera hasta la
desembocadura, los núcleos de población situados aguas abajo reciben agua contaminada por los
residuos de las poblaciones situadas aguas arriba. Por lo tanto, es necesario tratar el agua antes
de utilizarla para sus diversos usos. El sistema más sencillo requeriría:
a) potabilizar el agua antes de utilizarla en los hogares
b) una red de tuberías adecuada para transportar el agua potable y recoger las aguas residuales
c) tratamiento antes de devolver el agua al medio natural
La falta de acceso a estos sistemas aumenta las tasas de mortalidad infantil y disminuye muy
significativamente la esperanza de vida debido a la propagación de enfermedades causadas por
virus y bacterias. Cada año se producen unas
500.000 muertes (el tamaño de una ciudad como Dresde o Gdansk) relacionadas con el consumo
de agua insalubre. En todo el mundo, una de cada tres personas no tiene acceso a agua
debidamente tratada, dos de cada cinco no disponen de un retrete básico (a veces incluso los
centros de salud carecen de agua potable) y casi 700 millones de personas defecan al aire libre.
Desde otro punto de vista, el retorno al medio ambiente de aguas residuales no tratadas o
tratadas de forma inadecuada afecta a los ecosistemas acuáticos. Varios grupos de organismos,
entre ellos los peces, son capaces de concentrar contaminantes del agua. Elementos como
metales pesados, residuos químicos complejos como restos de medicamentos o plásticos
domésticos se incorporan a los animales a través de las branquias
y el aparato digestivo. Muchos de estos contaminantes no pueden eliminarse y acaban
perjudicando gravemente a los individuos que viven en aguas contaminadas. Indirectamente,
también pueden causar problemas de salud humana cuando estos peces forman parte de la
dieta.
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