https://www.youtube.com/watch?v=44Uss35PNLM
El concepto de espíritu empresarial social se aplica cuando se abordan cuestiones sociales, económicas y medioambientales en la sociedad. La idea empezó a extenderse en la década de 1980 a ambos lados del Atlántico. Desde una perspectiva geográfica, se divide en escuelas de pensamiento estadounidenses y europeas. Autores de escuelas de negocios europeas (por ejemplo, Mair & Marti, 2006; Nicholls, 2006) contribuyen al debate y se basan en el concepto de emprendimiento social desde el punto de vista de la escuela de pensamiento estadounidense, al tiempo que lo complementan con un trasfondo europeo (Defourny & Nyssens, 2012).
Según Nicholls (2006), se puede considerar emprendimiento social desde el activismo voluntario, que se fundamenta en recursos voluntarios, hasta las innovaciones sociales empresariales que se caracterizan por el capital riesgo centrado en una misión social. Estos diversos modelos pueden incluir distintos tipos de organizaciones sin ánimo de lucro, que van desde las que se financian totalmente mediante subvenciones hasta las que se autofinancian por completo. Según Dees (1998), el espíritu empresarial social describe un conjunto de comportamientos excepcionales que deben ser apoyados y recompensados.
Entre otras, la organización sin ánimo de lucro TESSEA ČR también recoge su propia definición de emprendimiento social como “actividades empresariales que benefician a la sociedad y al medio ambiente”. El emprendimiento social desempeña un papel importante en el desarrollo local y a menudo crea oportunidades de trabajo para personas con desventajas sanitarias, sociales o culturales. Los beneficios se destinan en gran medida al desarrollo de la empresa social. Conseguir beneficios es tan importante para una empresa social como mejorar el beneficio para el público”. (TESSEA, 2022).